El pasado lunes por la mañana apareció muerto el hombre que llevaba varios meses viviendo junto a la pasarela de Los Puertos.

Ante la ausencia de noticias en los medios, y lo que se comenta en el barrio, todo apunta a una muerte natural.

Cabe recordar que en el verano se produjo un incendio en esa zona que pudo haberle costado la vida.

Se trataba de una persona de unos 60 y tantos años, al que no se le veía beber, español. Parecía una víctima de un desahucio o de un despido de esos tan baratos que utilizan ahora las empresas para expulsar a las personas más veteranas del mercado laboral.

Era frecuente verle acondicionando su precario lugar de residencia e intentando cerrar el agujero de la verja que, a modo de puerta, le servía para mantener su dignidad.

Surgen muchas preguntas en estos momentos, pero quizás la más importante es si los servicios sanitarios y sociales tenían constancia de la presencia de esta persona. El mismo domingo por la tarde estuvo una ambulancia visitando al grupo de sin techo que vive un poco más abajo.

ADIF se ha encargado rápidamente de cerrar la verja, pero nada ha hecho para cortar las hierbas que crecen sin ningún control, ni para sustituir el muro de piedra por una valla con mayor visibilidad.

Paradójicamente la presencia de esta persona hacía de la pasarela un lugar más seguro. Aunque el muro de ADIF quitara visibilidad, cuando pasabas por allí, sabías que con su mera presencia esta persona ahuyentaba a posibles cacos.